Aún sin Julia Otero, su programa de Onda Cero, el programa cuenta con Elisa Beni, que parece que duerme, come y se ducha en Atresmedia, para que siga con la misión de poner a parir a Vox a cada minuto: «Ultraderechista», «populista» e incluso un partido que ponía en peligro a la democracia (sólo hay democracia cuando gobierna la izquierda).
Según Beni habría muchos votantes del PP que discrepaban de pactar con Vox (habló de supuestos sorayistas y rajoyistas que no aceptaban pactar con ‘extremistas’ de Vox) y dijo que el PP pagaría pactar con la formación de Santiago Abascal. Es sorprendente que tertulianos que llevan tantos años expresando su animadversión hacia el PP, ahora se preocupen tanto por la salud de este partido.
Por ahí estaba también el ex eurodiputado Ignasi Guardans, que era de Convergencia, pero ahora es tertuliano nacionalista no independentista, que definió a Vox como «ente vísceras» para acto seguido decir que su discurso le parecía el mismo que el de ANC o Omnium (algo parecido ya le dijo Guardans en Twitter a Rufián).
El único discurso diferente era el de Juan Manuel de Prada que, aunque también se metió con Vox, le tenía más ganas a los ‘naranjas’ y atacó sin piedad al partido de Albert Rivera:
«Ciudadanos es un ente de razón, sólo existe en la imaginación»
«No tiene principios, pasa de liberal a socialdemócrata»
«Un día tiene un herpes genital y se levanta socialdemócrata»
«Es un partido de derechas de cintura para arriba y de izquierdas de cintura para abajo»
«Los principios de Ciudadanos no dejan de ser un mejunje».
«Ciudadanos trata de coger votos de gente despistada.
«Es un partido más sistémico de los viejos».
Se quedó a gusto y hasta Guardans salió en defensa de los naranjas. Los mismos tertulianos que no parecieron ver problemas en que el actual Gobierno de Pedro Sánchez esté sostenido por el apoyo de partidos que se declaran abiertamente anticonstitucionales, antiespañoles en algunos casos, antisistema o comunistas y, en el caso de la Generalitat, por un partido como las CUP, que aplauden como modelos de demócratas a figuras como la del comandante Fidel Castro, en cambio vean un horror aceptar los votos de una escisión del PP.
